El concepto de dermatitis atópica
La dermatitis atópica no es una alergia
La palabra "atopia" deriva del griego "a" que significa "sin" y "topos", que significa "lugar".
"Sin un lugar" es una forma perfecta para describir esta enfermedad, que es difícil de entender.
La dermatitis atópica es una predisposición genética a las alergias, conocida como la historia familiar atópica. Casi el 80% de los niños con eczema tienen antecedentes familiares.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel.
Los pacientes atópicos (50 millones de personas afectadas en Europa, hasta el 20% de los niños de todo el mundo) tienen la barrera cutánea defectuosa y un sistema inmune hiperreactivo y desequilibrado. La piel es seca, sensible e hiperreactiva.
La filagrina, una proteína de la piel que garantiza la adhesión entre las células en la capa más externa de la piel, es deficiente. Además, la piel carece de los lípidos que se encuentran naturalmente en su superficie y que la protegen de los alergenos potenciales.
Bajo estas circunstancias, los irritantes que se encuentran en el medio ambiente y que son generalmente bien tolerados, como el polen, el polvo y ciertos productos de higiene, pueden penetrar en la piel y causar un brote de eczema.
La enfermedad por lo general se produce después (y aveces antes) la edad de tres meses y puede durar entre unos pocos meses y varios años, dependiendo del niño. Sin el tratamiento adecuado, el círculo vicioso de la picazón se instala, la barrera cutánea se deteriora aún más y permite que más alérgenos e irritantes penetren en la piel y causen más picazón.
Sin embargo, son pocos los casos persisten en la edad adulta: la mitad de los niños con eczema atópico antes de la edad de un año remiten a los cinco años, aunque la piel se mantiene muy seca en los años siguientes.